Utopía de una propuesta política

El 22 de marzo del 2006 ya dejé este pensamiento que hoy recupero para los lectores de Apuntes desde Benissa

Una de las acepciones de "político", en la Real Academia de la Lengua Española es la siguiente:

adj. Dicho de una persona: Que interviene en las cosas del gobierno y negocios del estado.

Habrá que poner cuidado, porque esto se dice en un artículo enmendado del avance de la vigésimo tercera edición, ya que en el anterior todavía se puede leer en uno de sus puntos:

 f. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos.

La frase sin más, tiene un significado cuando menos peculiar, dándonos a entender que la política es puramente un negocio, ya que las personas pasan de regir, a negociar.

Regir es gobernar o mandar, pero esto no esta ligado al lucro personal, pero intervenir en los asuntos de negocio esta directamente relacionado con todo aquello que es objeto o materia de una ocupación lucrativa.

 A nuestros gobernantes políticos, no solo de la Marina Alta, también del resto de España, les dejo mi siguiente reflexión:

Siendo la política una opción voluntaria, piensen seriamente en cobrar sus sueldos por los objetivos conseguidos de su gestión, y si no son capaces de sacar adelante su programas, tomen la decisión más inteligente que es la de renunciar a sus cargos y dejar de ganar cifras que a muchos de los ciudadanos nos cuestan años y muchos esfuerzos en lograr.

 Les adelanto un ejemplo de sueldo por objetivos para la buena interpretación de este artículo (entiéndase alcaldes de grandes poblaciones, concejales, póngase la mitad de las cifras):

¿Quieren cobrar un sueldo de 100.000 € al año?

Cobren un salario mensual de 2.000 € que por catorce pagas hace la no despreciable suma de 28.000 € anuales, que sinceramente muchos, incluido yo, nos conformaríamos, pero como ustedes a lo mejor solo van a estar cuatro años (dudo esto, ya que una vez que se sientan en los sillones, estos parecen tener ventosas, por lo difícil que es sacarles de ahí), voy a dejar que se pongan, si, como vienen haciendo de costumbre, ya que ustedes mismos son los que se ponen sus sueldos, esta suma tan desorbitada.

¿Han terminado el primer año cumpliendo con la cuarta parte de su programa?, ¿han pagado a todos los empleados funcionarios o no, sus horas extraordinarias y todos los estipendios que les corresponden?, ¿han satisfecho las deudas con las empresas que trabajan para sus corporaciones en los plazos establecidos?, en definitiva ¿han gestionado de forma correcta?

Adelante cobren la diferencia en una sola paga por su buena gestión, y manos a la obra para comenzar el segundo año, pero no se olviden que en caso contrario, hay una carta de cese voluntario por incapacidad de gestionar asuntos que atañen a miles de personas, y que por su negligencia a la hora de gobernar afecta de sobremanera a las mismas.

Utopía según la R.A.E.: f. Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación