En política, cuando se está gobernando, cualquier decisión que se tome, afecta en mayor o menor medida a otras decisiones
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El
anterior artículo publicado en este medio digital y titulado ¿Por qué han elegido Benissa? ha
suscitado unas consideraciones que parece legítimas atender. Las divulgaciones
en Internet, a diferencia de otros medios de comunicación, deben basarse en un
criterio de síntesis expositiva. En el medio televisivo, la imagen predomina
fundamentalmente sobre el contenido y, en la radio, los contenidos que se
manifiestan deben expresar ideas fuerza pues apenas se dispone de breves
instantes para realizar la comunicación. Los manuales o textos escritos revelan
una mejor eficacia comunicativa ya que su ejecución es más reflexiva y permiten
constantes revisiones y ajustes hasta encontrar la profundidad y claridad
deseada. Los artículos publicados en la red participan de los mismo caracteres
que los plasmados en la prensa escrita, aún así, Internet está cambiando
nuestro modo de pensar en cuanto al a comunicación se refiere. En todo caso,
dentro de la espera política solemos decir que una idea que precise más de
treinta segundos para ser explicada probablemente no sea una buena idea sea
cual sea el medio que estemos empleado para su difusión, porque se desconoce de
antemano a qué potencial público nos estamos dirigiendo que puede ser receptor
a través de un solo medio o de múltiples medios a la vez.
Enfatizo
esta introducción porque distintos lectores del citado artículo y del titulado “Lo que en Benissa no se ve” han dejado
entrever que únicamente con la exposición de problemáticas referidas a Benissa
no basta y que así como el facultativo diagnostica la enfermedad y prescribe el
remedio el político debe radiografiar los problemas y proyectar decisiones con
el consiguiente riesgo de equivocarse y de romper la regla de la síntesis
expositiva. A la postre, es lo que se espera de un político en activo.
En
adelante, los artículos que se publiquen participarán de una exposición de la
problemática política y de propuestas resolutivas, procurando que la brevedad
expositiva continúe siendo norma. Sumerjámonos pues en los infiernos de la
política, la que verdaderamente merece la pena.
Tres
razonamientos preliminares antes de invitar al lector a un viaje virtual como
turista por Benissa en el próximo artículo.
En
política, cuando se está gobernando, cualquier decisión que se tome, afecta en
mayor o menor medida a otras decisiones, gobernar es fundamentalmente elegir y
gastar, o si se quiere, hacer uso de un presupuesto puesto a disposición por
los ciudadanos de forma legítima.
Este
proceder no difiere del juego del Ajedrez, ejecutar el movimiento de una pieza,
sea un peón, una torre o la mismísima reina, provoca un nuevo escenario pero
también y al mismo tiempo, elimina otras alternativas u otros escenarios que se
dejarán de transitar. El razonamiento que aparentemente es abstracto constituye
la verdadera prueba de genialidad en el ámbito político y el lector debe
gravarlo a fuego en su mente, pues al final del artículo comprenderá su
significado, sino antes. Es un razonamiento atemporal, siempre y en todo caso.
El
segundo razonamiento viene derivado del contexto en el que nos encontramos.
Desde mediados del 2007 en el que se inició la crisis financiera y que ha
evolucionado hasta la actual crisis económica y social, se han escrito ríos de
tinta sobre el modo de hacer frente a la misma y a la única conclusión a la que
ha podido llegar a partir de la lectura de publicaciones del mundo de la
economía, es que un modelo económico como el nuestro donde predomina el
urbanismo y que presenta signos de madurez o agotamiento, sólo puede virar a
corto y medio plazo (el largo plazo no nos interesa porque estaremos todos
calvos según Keynes) hacia otro modelo que presente sinergias por puro sentido
común, como es el turismo , de tal forma que en un tiempo intermedio deberán
convivir ambos, puesto que la construcción y actividades complementarias es lo
que en la actualidad hacemos y sabemos hacer muy bien y el turismo lo podemos
aprender porque no nos es ajeno. Variar radicalmente un modelo económico exige
comprometer en el empeño hasta el mismísimo sistema educativo y ahí entra en
juego el primer razonamiento puesto que un número indeterminado de decisiones
políticas tomadas a la ligera y sin conexión alguna entre ellas pueden provocar entre otras consecuencias que
nuestros jóvenes abandonen Benissa una década después. Es por ello que produce
perplejidad observar como de forma
continuada se fía el éxito o el fracaso en la resolución de esta crisis
económica a un presidente de un Gobierno Nacional cuando los presidentes
autonómicos y los mismísimos alcaldes son tan corresponsables como él y aún
percibiendo mayores sueldos, como si con ellos no fuera la responsabilidad
derivadas de sus competencias. Las medidas resolutivas son exigibles a todos
los niveles competenciales puesto que todos cuentan con capacidad de gasto y
capacidad de tomar decisiones políticas.
El
tercer razonamiento es el que responde a la manera de enfrentarnos a nuevas
oportunidades derivadas de la profundización en una modelo turístico. Por el
contrario, en un modelo urbanístico puro no hemos precisado de procesos
intelectuales complejos, nos ha bastado con ser propietarios de terrenos
deseados por media Europa y por consiguiente hasta ahora hemos jugado con
ventaja sin, digámoslo así, esforzarnos demasiado, los dioses nos han sido favorables
pero hasta donde mi conocimiento alcanza estos mismos dioses no nos han jurado
amor eterno.
El
sector turístico es complejo en si mismo pues la satisfacción del potencial
cliente depende de un verdadero circuito producto en el que se encadenan,
agencias de viajes, residencias, taxistas, empresas de transportes, hoteles,
compañías de seguros, banca, restauradores, guías turísticos, empresas de
espectáculos, de ocio, comercios, constructores, fontaneros, electricistas,
jardineros …etc. Por otro lado y en la actualidad, frente al todavía
predominante sol y playa, están emergiendo con más fuerza si cabe, turismos
denominados concretos o específicos, como el turismo rural, el cultural, el de
negocios, el deportivo, el de ocio y las respuestas empresariales a dichos
turismos no son iguales en todos los casos.
En
este escenario se presentan dos realizadas combinadas, aquella que depende de
la intervención humana que se concreta en el citado circuito productivo, y la
realidad que depende de lo que los técnicos denominan entorno, concentrado en paisaje, climatología, conservación del
medio ambiente y del espacio urbano, infraestructuras, servicios públicos,
tales como seguridad ciudadana, limpieza pública, transportes, oficinas de
información … etc.
Por
consiguiente la satisfacción del potencial cliente y su fidelización va a
depender de esas dos realizadas combinadas y es ahí donde nos jugamos nuestro
futuro pues no debemos olvidar la cantidad y variedad de destinos turísticos
ofertados en la actualidad y su nivel competencial. Además debemos tener en
cuenta que el turismo no es un producto básico. El turista solo lo es por
capricho no por necesidad.
Con
tales premisas podremos iniciar el prometido viaje virtual por Benissa en el
siguiente artículo.
Vicente Cabrera Cabrera. Portavoz del Grupo Socialista en el
Ayuntamiento de Benissa y candidato del PSPV-PSOE a las elecciones locales de
mayo de 2011.
El
anterior artículo publicado en este medio digital y titulado ¿Por qué han elegido Benissa? ha
suscitado unas consideraciones que parece legítimas atender. Las divulgaciones
en Internet, a diferencia de otros medios de comunicación, deben basarse en un
criterio de síntesis expositiva. En el medio televisivo, la imagen predomina
fundamentalmente sobre el contenido y, en la radio, los contenidos que se
manifiestan deben expresar ideas fuerza pues apenas se dispone de breves
instantes para realizar la comunicación. Los manuales o textos escritos revelan
una mejor eficacia comunicativa ya que su ejecución es más reflexiva y permiten
constantes revisiones y ajustes hasta encontrar la profundidad y claridad
deseada. Los artículos publicados en la red participan de los mismo caracteres
que los plasmados en la prensa escrita, aún así, Internet está cambiando
nuestro modo de pensar en cuanto al a comunicación se refiere. En todo caso,
dentro de la espera política solemos decir que una idea que precise más de
treinta segundos para ser explicada probablemente no sea una buena idea sea
cual sea el medio que estemos empleado para su difusión, porque se desconoce de
antemano a qué potencial público nos estamos dirigiendo que puede ser receptor
a través de un solo medio o de múltiples medios a la vez.
Enfatizo
esta introducción porque distintos lectores del citado artículo y del titulado “Lo que en Benissa no se ve” han dejado
entrever que únicamente con la exposición de problemáticas referidas a Benissa
no basta y que así como el facultativo diagnostica la enfermedad y prescribe el
remedio el político debe radiografiar los problemas y proyectar decisiones con
el consiguiente riesgo de equivocarse y de romper la regla de la síntesis
expositiva. A la postre, es lo que se espera de un político en activo.
En
adelante, los artículos que se publiquen participarán de una exposición de la
problemática política y de propuestas resolutivas, procurando que la brevedad
expositiva continúe siendo norma. Sumerjámonos pues en los infiernos de la
política, la que verdaderamente merece la pena.
Tres
razonamientos preliminares antes de invitar al lector a un viaje virtual como
turista por Benissa en el próximo artículo.
En política, cuando se está gobernando, cualquier decisión que se tome, afecta en mayor o menor medida a otras decisiones, gobernar es fundamentalmente elegir y gastar, o si se quiere, hacer uso de un presupuesto puesto a disposición por los ciudadanos de forma legítima.
Este proceder no difiere del juego del Ajedrez, ejecutar el movimiento de una pieza, sea un peón, una torre o la mismísima reina, provoca un nuevo escenario pero también y al mismo tiempo, elimina otras alternativas u otros escenarios que se dejarán de transitar. El razonamiento que aparentemente es abstracto constituye la verdadera prueba de genialidad en el ámbito político y el lector debe gravarlo a fuego en su mente, pues al final del artículo comprenderá su significado, sino antes. Es un razonamiento atemporal, siempre y en todo caso.
El
segundo razonamiento viene derivado del contexto en el que nos encontramos.
Desde mediados del 2007 en el que se inició la crisis financiera y que ha
evolucionado hasta la actual crisis económica y social, se han escrito ríos de
tinta sobre el modo de hacer frente a la misma y a la única conclusión a la que
ha podido llegar a partir de la lectura de publicaciones del mundo de la
economía, es que un modelo económico como el nuestro donde predomina el
urbanismo y que presenta signos de madurez o agotamiento, sólo puede virar a
corto y medio plazo (el largo plazo no nos interesa porque estaremos todos
calvos según Keynes) hacia otro modelo que presente sinergias por puro sentido
común, como es el turismo , de tal forma que en un tiempo intermedio deberán
convivir ambos, puesto que la construcción y actividades complementarias es lo
que en la actualidad hacemos y sabemos hacer muy bien y el turismo lo podemos
aprender porque no nos es ajeno. Variar radicalmente un modelo económico exige
comprometer en el empeño hasta el mismísimo sistema educativo y ahí entra en
juego el primer razonamiento puesto que un número indeterminado de decisiones
políticas tomadas a la ligera y sin conexión alguna entre ellas pueden provocar entre otras consecuencias que
nuestros jóvenes abandonen Benissa una década después. Es por ello que produce
perplejidad observar como de forma
continuada se fía el éxito o el fracaso en la resolución de esta crisis
económica a un presidente de un Gobierno Nacional cuando los presidentes
autonómicos y los mismísimos alcaldes son tan corresponsables como él y aún
percibiendo mayores sueldos, como si con ellos no fuera la responsabilidad
derivadas de sus competencias. Las medidas resolutivas son exigibles a todos
los niveles competenciales puesto que todos cuentan con capacidad de gasto y
capacidad de tomar decisiones políticas.
El tercer razonamiento es el que responde a la manera de enfrentarnos a nuevas oportunidades derivadas de la profundización en una modelo turístico. Por el contrario, en un modelo urbanístico puro no hemos precisado de procesos intelectuales complejos, nos ha bastado con ser propietarios de terrenos deseados por media Europa y por consiguiente hasta ahora hemos jugado con ventaja sin, digámoslo así, esforzarnos demasiado, los dioses nos han sido favorables pero hasta donde mi conocimiento alcanza estos mismos dioses no nos han jurado amor eterno.
El
sector turístico es complejo en si mismo pues la satisfacción del potencial
cliente depende de un verdadero circuito producto en el que se encadenan,
agencias de viajes, residencias, taxistas, empresas de transportes, hoteles,
compañías de seguros, banca, restauradores, guías turísticos, empresas de
espectáculos, de ocio, comercios, constructores, fontaneros, electricistas,
jardineros …etc. Por otro lado y en la actualidad, frente al todavía
predominante sol y playa, están emergiendo con más fuerza si cabe, turismos
denominados concretos o específicos, como el turismo rural, el cultural, el de
negocios, el deportivo, el de ocio y las respuestas empresariales a dichos
turismos no son iguales en todos los casos.
En este escenario se presentan dos realizadas combinadas, aquella que depende de la intervención humana que se concreta en el citado circuito productivo, y la realidad que depende de lo que los técnicos denominan entorno, concentrado en paisaje, climatología, conservación del medio ambiente y del espacio urbano, infraestructuras, servicios públicos, tales como seguridad ciudadana, limpieza pública, transportes, oficinas de información … etc.
Por
consiguiente la satisfacción del potencial cliente y su fidelización va a
depender de esas dos realizadas combinadas y es ahí donde nos jugamos nuestro
futuro pues no debemos olvidar la cantidad y variedad de destinos turísticos
ofertados en la actualidad y su nivel competencial. Además debemos tener en
cuenta que el turismo no es un producto básico. El turista solo lo es por
capricho no por necesidad.
Con tales premisas podremos iniciar el prometido viaje virtual por Benissa en el siguiente artículo.
Vicente Cabrera Cabrera. Portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Benissa y candidato del PSPV-PSOE a las elecciones locales de mayo de 2011.
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