Club Náutico Les Bassetes el espejismo de una ampliación
Es cuando menos curioso ver como aquí los políticos mandan siempre con temor al qué dirán para no perder sus votos, no sea que su acomodado sillón sea ocupado por otra persona.
Y me atrevería a decir que los verdes (sean las siglas que sean, partidos políticos o simples asociaciones) en este país han sabido crear el clima, para que todo lo que ataña a la naturaleza se convierta en intocable, dejándose de crear verdaderas obras necesarias para el crecimiento y desarrollo de algunas poblaciones
Claro que como siempre existen multitud de raseros para estás curiosas políticas populistas y llena de contradicciones.
Pero vamos al tema que me atañe, pues no quiero extenderme mucho, y espero ser claro en mi postura.
A fecha de hoy el Club Náutico Les Bassetes, es un pequeño puerto con encanto en la costa benissera, que ha visto como su ampliación en cualquiera de sus formas solicitadas se vieron paralizadas debido a la posidonia que crece en nuestro mediterráneo.
Llegaron los informes de impacto medio ambiental, llegaron los informes de los bosques de la citada posidonia mediterránea, y se acabó el proyecto.
Dos mil metros cuadrados de algas tienen la culpa de que Benissa no tenga el puerto que se merece, y tengan que desplazarse a Calpe o Moraira los vecinos que tienen como sueño tener una embarcación para disfrutar de nuestro mar.
Y miren que hay millones y millones de metros cuadrados en el mar.
Es curioso ver como los miedos a que unos cuantos proclamados por ellos mismos defensores de la naturaleza, se convierten en obstáculos de crecimiento y desarrollo.
Podríamos hablar de más de 200 puestos de trabajo directos e indirectos que se podrían crear con una simple ampliación de este club náutico, pero claro, siempre habrán catedráticos que te dirán que eso no es rigurosamente cierto y que las corrientes se verían alteradas, por lo que los hábitats de ciertas especies se verían seriamente amenazadas, y que hay estudios que dicen que los barcos no salen tantas veces al año de puerto, y que si son aparcamientos para los ricos, y que estas algas no sufren de estrés, y que el cielo es azul y bla bla bla.
Parar el crecimiento de un pueblo con una fórmula que sería altamente beneficiosa para la población, es una aberración poniendo a la naturaleza como excusa para que no se lleve esto a cabo. De lo contrario hoy no existirían nuestros pueblos o ciudades como las conocemos, porque siempre se ha tenido que ganar cierto espacio a la naturaleza para construir desde carreteras a viviendas, o cualquier tipo de construcción.
Otra cosa es llegar a consensos para que los impactos sean los mínimos.
Cuando la playa de la fustera eran nada más que un “algar” en los años 70 y llegaban los barcos para rellenarla de arena, nadie dijo nada, y se prefirió una playa a las algas, que por cierto hoy vuelven a estar ahí y la playa también y eso ha supuesto un beneficio para toda la comunidad.
Lo mismo pasaría si el puerto se ampliase y se llevara a cabo.
Pero tranquilos, que esto no ocurrirá, ya hay muchos políticos jugando a ser los que más protegen al mundo mundial de todo los males que afectan a la naturaleza.
Y nuestro puerto, seguirá como siempre afectado por los temporales cuando los haya, que para eso los que tienen barcos lo arreglarán para que el resto de ciudadanos disfruten cuando vayan a pasear por ahí. Que para eso los que tiene barcos, tienen dinero, porque es un “hobbie” de lujo. (Es una frase irónica por si no se han dado cuenta)
Queremos disfrutar de pasear por clubes náuticos especialmente bonitos en la comarca de la Marina Alta con la excusa de que son públicos, eso sí, pero que otros paguen.
Es cuando menos curioso ver como aquí los políticos mandan siempre con temor al qué dirán para no perder sus votos, no sea que su acomodado sillón sea ocupado por otra persona.
Y me atrevería a decir que los verdes (sean las siglas que sean, partidos políticos o simples asociaciones) en este país han sabido crear el clima, para que todo lo que ataña a la naturaleza se convierta en intocable, dejándose de crear verdaderas obras necesarias para el crecimiento y desarrollo de algunas poblaciones
Claro que como siempre existen multitud de raseros para estás curiosas políticas populistas y llena de contradicciones.
Pero vamos al tema que me atañe, pues no quiero extenderme mucho, y espero ser claro en mi postura.
A fecha de hoy el Club Náutico Les Bassetes, es un pequeño puerto con encanto en la costa benissera, que ha visto como su ampliación en cualquiera de sus formas solicitadas se vieron paralizadas debido a la posidonia que crece en nuestro mediterráneo.
Llegaron los informes de impacto medio ambiental, llegaron los informes de los bosques de la citada posidonia mediterránea, y se acabó el proyecto.
Dos mil metros cuadrados de algas tienen la culpa de que Benissa no tenga el puerto que se merece, y tengan que desplazarse a Calpe o Moraira los vecinos que tienen como sueño tener una embarcación para disfrutar de nuestro mar.
Y miren que hay millones y millones de metros cuadrados en el mar.
Es curioso ver como los miedos a que unos cuantos proclamados por ellos mismos defensores de la naturaleza, se convierten en obstáculos de crecimiento y desarrollo.
Podríamos hablar de más de 200 puestos de trabajo directos e indirectos que se podrían crear con una simple ampliación de este club náutico, pero claro, siempre habrán catedráticos que te dirán que eso no es rigurosamente cierto y que las corrientes se verían alteradas, por lo que los hábitats de ciertas especies se verían seriamente amenazadas, y que hay estudios que dicen que los barcos no salen tantas veces al año de puerto, y que si son aparcamientos para los ricos, y que estas algas no sufren de estrés, y que el cielo es azul y bla bla bla.
Parar el crecimiento de un pueblo con una fórmula que sería altamente beneficiosa para la población, es una aberración poniendo a la naturaleza como excusa para que no se lleve esto a cabo. De lo contrario hoy no existirían nuestros pueblos o ciudades como las conocemos, porque siempre se ha tenido que ganar cierto espacio a la naturaleza para construir desde carreteras a viviendas, o cualquier tipo de construcción.
Otra cosa es llegar a consensos para que los impactos sean los mínimos.
Cuando la playa de la fustera eran nada más que un “algar” en los años 70 y llegaban los barcos para rellenarla de arena, nadie dijo nada, y se prefirió una playa a las algas, que por cierto hoy vuelven a estar ahí y la playa también y eso ha supuesto un beneficio para toda la comunidad.
Lo mismo pasaría si el puerto se ampliase y se llevara a cabo.
Pero tranquilos, que esto no ocurrirá, ya hay muchos políticos jugando a ser los que más protegen al mundo mundial de todo los males que afectan a la naturaleza.
Y nuestro puerto, seguirá como siempre afectado por los temporales cuando los haya, que para eso los que tienen barcos lo arreglarán para que el resto de ciudadanos disfruten cuando vayan a pasear por ahí. Que para eso los que tiene barcos, tienen dinero, porque es un “hobbie” de lujo. (Es una frase irónica por si no se han dado cuenta)
Queremos disfrutar de pasear por clubes náuticos especialmente bonitos en la comarca de la Marina Alta con la excusa de que son públicos, eso sí, pero que otros paguen.




















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