Editorial
Benissa, tres años sin presupuesto municipal o cuando falla la gestión política del equipo de gobierno
Algo falla en la gestión política del equipo de gobierno cuando entramos en el tercer año que el municipio continúa sin tener aprobado el documento económico más importante que un ayuntamiento necesita. Todo parece indicar que el tripartito, que logró la alcaldía con el voto de Isidor Mollà, no ha sido capaz de dialogar ni de llegar a ningún acuerdo con el único interlocutor que les colocó al frente del ejecutivo.
Se podría deducir que, de algún modo u otro, se está tambaleando el mandato político de la coalición formada por Reiniciem, Psoe y Compromís en el Ayuntamiento de Benissa, ya que desde que se pusieran al frente del gobierno al grito de “canter nou aigua fresca” el 10 de enero de 2017, la administración local se mantiene gracias a los presupuestos aprobados por el Partido Popular en febrero de 2016. Ahí es nada.
¿Alguien puede concebir que un Ayuntamiento como es el de Benissa, municipio que cuenta con casi once mil habitantes trabaje sin un documento económico actualizado?
Benissa necesita políticos de altura en el equipo de gobierno que sean capaces de llegar a consensos con el resto de los grupos. En la actualidad esto no sucede.
No debo dejar de señalar, al menos esa es mi reflexión, que, en esta ecuación los votos del Grupo Popular podrían decantar la aprobación o no del documento económico, pero no nos engañemos. La primera obligación de la oposición es fiscalizar al gobierno y en la práctica se antoja harto difícil que el trato despectivo recibido por los populares por parte de algunos miembros del equipo de gobierno, como hemos podido comprobar durante los plenos municipales, dificulta lograr cualquier acuerdo político.
La baza de contar con el voto favorable de Isidor Mollà se perdió también hace tiempo. La falta de respeto de los componentes de Reiniciem a este político se traducen en dialogo cero.
En resumidas cuentas, esta falta de consenso, esta falta de acuerdos, esta falta de dialogo, nos lleva a que a poco menos de dos meses de las elecciones municipales previstas para el 26 mayo del 2019, no tengamos en el municipio proyectos serios, ilusionantes y reales. Necesitamos políticos con credibilidad.
Editorial
Vicente Bolufer
Algo falla en la gestión política del equipo de gobierno cuando entramos en el tercer año que el municipio continúa sin tener aprobado el documento económico más importante que un ayuntamiento necesita. Todo parece indicar que el tripartito, que logró la alcaldía con el voto de Isidor Mollà, no ha sido capaz de dialogar ni de llegar a ningún acuerdo con el único interlocutor que les colocó al frente del ejecutivo.
Se podría deducir que, de algún modo u otro, se está tambaleando el mandato político de la coalición formada por Reiniciem, Psoe y Compromís en el Ayuntamiento de Benissa, ya que desde que se pusieran al frente del gobierno al grito de “canter nou aigua fresca” el 10 de enero de 2017, la administración local se mantiene gracias a los presupuestos aprobados por el Partido Popular en febrero de 2016. Ahí es nada.
¿Alguien puede concebir que un Ayuntamiento como es el de Benissa, municipio que cuenta con casi once mil habitantes trabaje sin un documento económico actualizado?
Benissa necesita políticos de altura en el equipo de gobierno que sean capaces de llegar a consensos con el resto de los grupos. En la actualidad esto no sucede.
No debo dejar de señalar, al menos esa es mi reflexión, que, en esta ecuación los votos del Grupo Popular podrían decantar la aprobación o no del documento económico, pero no nos engañemos. La primera obligación de la oposición es fiscalizar al gobierno y en la práctica se antoja harto difícil que el trato despectivo recibido por los populares por parte de algunos miembros del equipo de gobierno, como hemos podido comprobar durante los plenos municipales, dificulta lograr cualquier acuerdo político.
La baza de contar con el voto favorable de Isidor Mollà se perdió también hace tiempo. La falta de respeto de los componentes de Reiniciem a este político se traducen en dialogo cero.
En resumidas cuentas, esta falta de consenso, esta falta de acuerdos, esta falta de dialogo, nos lleva a que a poco menos de dos meses de las elecciones municipales previstas para el 26 mayo del 2019, no tengamos en el municipio proyectos serios, ilusionantes y reales. Necesitamos políticos con credibilidad.
Editorial
Vicente Bolufer
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