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Viernes, 24 de Agosto de 2018 Tiempo de lectura:

La Guardia Civil identifica un cadáver momificado hallado en Benissa en diciembre de 2017

En diciembre de 2017 la Guardia Civil, recibió el aviso de un macabro hallazgo. En una zona boscosa de una partida rural de Benissa se localizó el cadáver momificado de un hombre. Las pruebas forenses descartaron entonces, una muerte violenta. Tras meses de investigación, un golpe de suerte ha permitido a la Policía Judicial de Calpe, identificar que los restos hallados pertenecen a Peter Mulder, un ciudadano holandés, cuya denuncia por desaparición fue tramitada en Ámsterdam, en octubre de 2016.

En diciembre de 2017 el jefe del equipo de la Policía Judicial de Calpe (un año antes había ejercido como Comandante del puesto de la Guardia Civil de Benissa), se hizo cargo del caso de un macabro hallazgo. En la Partida San Antonio del municipio benissero, muy cerca de la carretera nacional 332, se localizó el cadáver momificado de una persona. La ausencia de documentación entre los objetos personales del fallecido y sin ninguna denuncia por desapariciones en el territorio nacional cercana en el tiempo, que pudiese tener relación con el cuerpo , dificultaron la labor de investigación.

 

Las pruebas forenses descartaron una muerte violenta y se certificó entonces, un fallecimiento sobrevenido por causa natural.

 

Un golpe de suerte reactiva la investigación

Peter Mulder en una de la fotos publicadas en las redes y webs especializadas de búsqueda de personas en Holanda.Este caso ha estado acompañado de una serie de circunstancias que han sido claves para su resolución.  Debemos señalar que el cadáver apareció tras el hallazgo de un hueso, que una mascota localizó en una zona poco transitada del término municipal de Benissa. La dueña del animal, osteópata, reconoció que el hueso -parte de una tibia- era humano y dio aviso a las autoridades. Esto ocurrió como ya hemos señalado en diciembre de 2017. En julio de 2018 una persona se pone en contacto con la redacción de Benissa Digital. Quería publicar la desaparición de un familiar. La actuación del redactor a la hora de contrastar los datos aportados por la familia, resultaron determinantes.

 

Según la denuncia de la familia, tramitada el 19 de octubre de 2016 en la ciudad de Ámsterdam, Petrus Marinus Hermannus Mulder, de 63 años, había desaparecido de la dirección en la que residía en Benissa en enero de ese mismo año (2016). No había dejado ningún rastro, ninguna pista de su paradero.  La preocupación familiar, después de un largo periodo sin noticias, aumentaba.

 

La fotografía de Peter Mulder (así era conocido en sus círculos más cercanos) se había difundido por las redes sociales y páginas especializadas de búsqueda de personas en Holanda.  La familia daba toda clase de detalles de su perfil: altura, color de cabellos, de ojos, de pelo. También señalaban los tatuajes en su cuerpo. Todo lo que pudiera servir de ayudada para identificarlo, se hacía público.   

 

Pues bien, esta insistencia de la familia en su búsqueda hizo que casualmente se pusieran en contacto con la redacción de Benissa Digital el pasado mes de julio, a través de la conocida red social de Facebook. La información proporcionada por la persona al otro lado de “la línea”, fue clave ya que marcó el inicio de la labor encaminada a contrastar la veracidad de los datos aportados. Para ello, desde el periódico, se realizó la consulta pertinente sobre estos hechos a la Guardia Civil.  Remarquemos que la intención de la familia tenía como principal objetivo la búsqueda de pistas para dar con el paradero de este ciudadano holandés desaparecido y visto por última vez en el municipio benissero.

 

Trasladada la cuestión a las autoridades para comprobar la autenticidad de los hechos, el jefe de la Policía Judicial de Calp terminó por atar cabos. Uno de los datos esenciales y que la familia había omitido en sus publicaciones en las redes sociales y webs especializadas, era la ausencia de dientes de su familiar.  El cadáver momificado no presentaba ninguna estructura dental.  Cuestionada la familia al respecto de este detalle, la respuesta coincidía con la información que los agentes tenían en su poder.

 

De forma inmediata se puso en marcha el protocolo de identificación a través del ADN, para conocer si el cuerpo momificado correspondía con el del desaparecido Peter Mulder. Un proceso que ha durado cerca de un mes, debido a los trámites burocráticos y policiales entre ambos países. Finalmente, ayer la familia fue notificada. El cuerpo hallado en diciembre de 2017 en una partida rural de Benissa era el de Petrus Marinus Hermannus Mulder.

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