Ocurrencias y caprichos

La primera es que para todos aquellos que sientan curiosidad, la política en democracia es prácticamente una actividad artística porque requiere pasión, liderazgo, carácter, don de gentes, pero también precisa de formación y pericia para sortear crisis, corregir errores que sin duda se cometen y adaptarse continuamente a los cambios sociales, económicos y culturales. La segunda es que todas las manifestaciones o acciones de gobierno que despliegan los políticos, aunque parezcan individualmente inconexas, deben conformar un MOSAICO, porque este mosaico es en realidad la pieza u obra que da sentido a una idea o proyecto bien sea de País, de Comunidad o de Pueblo. Es este proyecto u  hoja de ruta el sueño de todo político que pretende compartir con sus conciudadanos. Cuando las acciones de un gobierno no se encuentran conectadas íntimamente dentro de un proyecto, son ocurrencias, caprichos, acciones aisladas o piezas que no caben o son simplemente extrañas dentro de ese mosaico.

La construcción de un Auditorio de dimensiones autonómicas en una localidad de nuestra Comarca de apenas diez mil habitantes o un pabellón deportivo de grandes dimensiones en otra localidad de la Marina Alta donde no existen prácticamente niños, son claros ejemplos de ocurrencias o caprichos políticos absolutamente incoherentes con una programación cultural a la altura del referido auditorio o una demografía infantil que sustente ese pabellón deportivo.

La tercera consideración es que los pueblos canalizan sus acciones políticas a través de Ayuntamientos donde los equipos de gobierno ejecutan un presupuesto anual que nos procura  servicios locales y también de forma directa transferencias monetarias a los ciudadanos y a las instituciones locales como pueden ser las comisiones de fiestas patronales o asociaciones de todo tipo. Pero existe una actividad política que debe desplegar todo Ayuntamiento dentro de un proyecto político, actividad que resulta la más difícil de ejecutar y no es otra que la promoción económica, social y cultural en beneficio del conjunto de la sociedad local. Y se realiza mediante acciones políticas que no necesariamente dependen de gastar dinero.

Gastar dinero es fácil, pero acertar en un buen Plan General de Ordenación Urbana, acertar en una política turística o cultural o deportiva, etc, es lo que realmente engrasa nuestro progreso y crecimiento económico y nos permite mantener el nivel de vida. Poca broma pues, en esta actividad de PROMOCION que deben realizar los políticos que nos representan ya que está en juego, cuanto menos,  nuestro pan y el de los que vienen detrás.

La cuarta y última consideración es tan simple como contundente. En el ámbito político como en el mundo de la empresa, todas las acciones deben ser cuantificadas y ensayadas de forma previa para que puedan servir de guia al objeto de acertar en la toma de decisiones. Una ciudad es un universo en cifras. la población, los consumos de suministros, los impuestos, los turistas que nos visitan, la población activa, restaurantes, hoteles, vehículos que circulan por las calles, arbolado, médicos, policías y un largo etcétera. En definitiva, cifras y más cifras para poderlas analizar y para que sirvan en la toma de decisiones.

Ese es el fundamento de las matemáticas aplicadas a la política, diseñar escenarios objetivos que nos permitan volar con seguridad. ¡Locos, pero no tanto, el tiempo lo aclarará!

Vicente Cabrera

Secretario General del PSPV PSOE en Benissa