Simplemente yo
Hoy comienza un viaje.
[caption id="attachment_2825" align="alignleft" width="100" caption="Vicente Bolufer"]
[/caption]
Un viaje donde intentaré conocer un poco más de mí mismo, un viaje a la reflexión profunda del ser humano y la capacidad de cómo levantarse después de haber caído.
Hay personas que intentan por todos los medios a su alcance, hacerte el mayor daño posible, y aunque en un principio tal vez logren parte de su objetivo, causándote un dolor inmenso cuando logran que tu cuerpo se estrelle contra la dura vida, esto no impedirá que una vez superado ese primera sensación dolorosa, el hombre se levante y comience a caminar de nuevo.
El 6 de octubre me hicieron caer, pero curiosamente tuve dos sensaciones, la primera he de reconocer que fue de mucho, mucho dolor, pero me quedo con la segunda sensación, con la que a continuación y hasta ahora mismo perdura.
Me sentí sereno y con mucha fuerza.
Tal vez por esto, me he dado cuenta de mi capacidad para contrarrestar el dolor.
Cuando una puerta se cierra hay otras muchas que se abren, y hoy me dirijo a algún lugar como parte de mi búsqueda.
Hoy escribo yo, como persona, dejando a un lado mi pseudónimo de Apuntes desde Benissa.
Permitirme un pequeño respiro de 48 horas antes de continuar publicando mi blog, porque necesito un tiempo conmigo mismo.
Vicente Bolufer
Hoy comienza un viaje.
[caption id="attachment_2825" align="alignleft" width="100" caption="Vicente Bolufer"]
[/caption]
Un viaje donde intentaré conocer un poco más de mí mismo, un viaje a la reflexión profunda del ser humano y la capacidad de cómo levantarse después de haber caído.
Hay personas que intentan por todos los medios a su alcance, hacerte el mayor daño posible, y aunque en un principio tal vez logren parte de su objetivo, causándote un dolor inmenso cuando logran que tu cuerpo se estrelle contra la dura vida, esto no impedirá que una vez superado ese primera sensación dolorosa, el hombre se levante y comience a caminar de nuevo.
El 6 de octubre me hicieron caer, pero curiosamente tuve dos sensaciones, la primera he de reconocer que fue de mucho, mucho dolor, pero me quedo con la segunda sensación, con la que a continuación y hasta ahora mismo perdura.
Me sentí sereno y con mucha fuerza.
Tal vez por esto, me he dado cuenta de mi capacidad para contrarrestar el dolor.
Cuando una puerta se cierra hay otras muchas que se abren, y hoy me dirijo a algún lugar como parte de mi búsqueda.
Hoy escribo yo, como persona, dejando a un lado mi pseudónimo de Apuntes desde Benissa.
Permitirme un pequeño respiro de 48 horas antes de continuar publicando mi blog, porque necesito un tiempo conmigo mismo.
Vicente Bolufer



















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