La presunta implicación de miembros de la SGAE en una trama millonaria
SGAE: El cazador cazado
![[Img #4149]](upload/img/periodico/img_4149.jpg)
Leía un tweet muy acertado, que decía más o menos así: "Es curioso
que los que defienden un canon, que pagamos todos y nos tratan de delincuentes, ahora pidan presunción de
inocencia para Bautista"
Múltiples reacciones ha provocado la "Operación Saga", entre
ellas destaca la de un acérrimo al ente: Alejandro Sanz, uno de los mayores defensores
de la existencia y acciones de la SGAE, y amigo de cargar duramente a través de
las redes sociales y medios de comunicación contra "los piratas", o lo que es lo mismo, todo hijo de vecino que
tenga el mal gusto de hacerse una copia privada de "No es lo mismo"
o “Paraíso Express”, copia privada
que por cierto, no es ilegal aunque así lo quieran hacer entender.
Sanz, se ha apresurado a tirarse
del barco que el mismo capitaneaba, pronunciándose
a través de las redes sociales sobre las
detenciones de la siguiente forma: "Si se demuestra, sería el mayor acto
de piratería de la historia". Claramente se desmarca de la "cupula" de la SGAE.
Yo le diría en sus propias palabras a Alejandro:
“No es lo mismo ser que estar, no es lo mismo copiar que robar, ¡qué
va!”
Y es que es fácil cambiar de bando, más aun sabiendo que de ser
judicialmente comprobadas las acusaciones que pesan sobre diversos miembros de
la SGAE, sería un duro varapalo para la entidad y para su ya pésima imagen pública, todo con “p” de peseteros que
no dudan un instante en cobrar los derechos de autor en actos benéficos a favor
de asociaciones de discapacitados y otros fines sociales. Supondría la consideración de delincuentes a
los jefes de una sociedad que se dice defensora máxima de la legalidad en el
ámbito de los derechos de autor.
La primera víctima de estos sucesos, parece que ya tiene nombre propio,
el “cánon digital”. Parece que esta tasa va a pasar a mejor vida. ¿Si nunca la
tuvo, con que legitimidad se aplicaría ahora?
Yo más que tasa, diría "impuesto", impuesto a la fuerza por
artistas multimillonarios, discográficas multinacionales y grupos de presión
afines.
La detención de Bautista, máximo responsable de la SGAE, ha pillado por sorpresa a toda una sociedad
que ya se estaba acostumbrando para bien o para mal a pagar religiosamente el
canon por copia privada a favor de los artistas, o mejor dicho, de artistas y
no tan artistas, como nuestro amigo Teddy, que algún día lo fueron y quizá por motivos
de índole económica llevan más tiempo "gestionando" -bonita palabra- los
derechos patrimoniales de los que todavía merecen ese calificativo, que componiendo
canciones o filmando películas.
Que la justicia actúe.
Edito antes de publicar el texto: Teddy Bautista acaba de renunciar al
cargo de Presidente de la SGAE.
Sígueme en Twitter:
![[Img #4149]](upload/img/periodico/img_4149.jpg)
Leía un tweet muy acertado, que decía más o menos así: "Es curioso que los que defienden un canon, que pagamos todos y nos tratan de delincuentes, ahora pidan presunción de inocencia para Bautista"
Múltiples reacciones ha provocado la "Operación Saga", entre ellas destaca la de un acérrimo al ente: Alejandro Sanz, uno de los mayores defensores de la existencia y acciones de la SGAE, y amigo de cargar duramente a través de las redes sociales y medios de comunicación contra "los piratas", o lo que es lo mismo, todo hijo de vecino que tenga el mal gusto de hacerse una copia privada de "No es lo mismo" o “Paraíso Express”, copia privada que por cierto, no es ilegal aunque así lo quieran hacer entender.
Sanz, se ha apresurado a tirarse del barco que el mismo capitaneaba, pronunciándose a través de las redes sociales sobre las detenciones de la siguiente forma: "Si se demuestra, sería el mayor acto de piratería de la historia". Claramente se desmarca de la "cupula" de la SGAE.
Yo le diría en sus propias palabras a Alejandro:
“No es lo mismo ser que estar, no es lo mismo copiar que robar, ¡qué va!”
Y es que es fácil cambiar de bando, más aun sabiendo que de ser judicialmente comprobadas las acusaciones que pesan sobre diversos miembros de la SGAE, sería un duro varapalo para la entidad y para su ya pésima imagen pública, todo con “p” de peseteros que no dudan un instante en cobrar los derechos de autor en actos benéficos a favor de asociaciones de discapacitados y otros fines sociales. Supondría la consideración de delincuentes a los jefes de una sociedad que se dice defensora máxima de la legalidad en el ámbito de los derechos de autor.
La primera víctima de estos sucesos, parece que ya tiene nombre propio, el “cánon digital”. Parece que esta tasa va a pasar a mejor vida. ¿Si nunca la tuvo, con que legitimidad se aplicaría ahora? Yo más que tasa, diría "impuesto", impuesto a la fuerza por artistas multimillonarios, discográficas multinacionales y grupos de presión afines.
La detención de Bautista, máximo responsable de la SGAE, ha pillado por sorpresa a toda una sociedad que ya se estaba acostumbrando para bien o para mal a pagar religiosamente el canon por copia privada a favor de los artistas, o mejor dicho, de artistas y no tan artistas, como nuestro amigo Teddy, que algún día lo fueron y quizá por motivos de índole económica llevan más tiempo "gestionando" -bonita palabra- los derechos patrimoniales de los que todavía merecen ese calificativo, que componiendo canciones o filmando películas.
Que la justicia actúe.
Edito antes de publicar el texto: Teddy Bautista acaba de renunciar al cargo de Presidente de la SGAE.
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