Acusado de intento de homicidio en Benissa niega haber utilizado un arma de fuego

(EFE).- Un hombre acusado de intentar matar a otro golpeándole y disparándole con un revólver en Benissa ha negado este jueves ante un tribunal de la Audiencia de Alicante que tuviese un arma de fuego con la que pudiese efectuar los tiros.

Durante su declaración en el juicio sobre este suceso, ocurrido el 22 de noviembre de 2020 en el municipio alicantino de Benissa, el procesado solo ha admitido que mantuvo una pelea con la víctima, después de que esta saltase la valla de la finca de su propiedad y tratara de entrar en su vivienda con actitud amenazante para tratar de contactar con la mujer que había sido su pareja y que entonces residía en el domicilio del encausado.

Según su relato, el enfrentamiento fue, en primer lugar, utilizando los puños y llegó a durar entre 30 y 45 minutos. “Hubo un momento que se metió en el interior”, ha dicho, por lo que llegó a temer por la mujer, que se había escondido en la planta superior de la casa.

En ese momento, según ha explicado, cogió “un bastón que tenía para ir a cazar” y le golpeó tanto en la cabeza como en la espalda. Ha manifestado que consiguió que la víctima se fuera, aunque, según ha afirmado, siguió amenazándole con la advertencia de que volvería.

“Yo no le disparé, no sé cómo se causó esas heridas”, ha afirmado en respuesta a las preguntas del fiscal respecto a cómo podía explicar que la víctima tuviese alojado un proyectil en el vientre.

“No quería matarlo; solo quería que se fuera”, ha dicho a preguntas del letrado de su defensa. “El bastón fue la única opción. No veía otra forma de que no entrara en la casa; se me habían agotado todos los recursos”, ha recalcado.

Sobre la vaina y un proyectil hallados por la Policía Nacional en un registro de su vivienda, el acusado ha indicado que tenía un amigo, ya fallecido, que poseía un rifle con el que solía practicar tiro en una diana en su parcela.

De acuerdo con el relato de la Fiscalía, el procesado golpeó y disparó hasta en tres ocasiones al perjudicado cuando este accedió a su vivienda a colación de una disputa relacionada con su expareja.

La víctima ofreció hasta tres versiones distintas de lo sucedido, según el fiscal

La víctima falleció dos días después de los hechos, tras sufrir un shock séptico, al tener alojado un proyectil en el intestino, ya que, a pesar de que fue atendido por el Samu y trasladado al hospital, no refirió que hubiese recibido impactos en el momento de ser asistido por los médicos.

De hecho, al regresar a su casa, donde estaba su madre, el perjudicado no contó a nadie el origen de sus lesiones, pero, ante la insistencia de su hermana, que acudió al domicilio, fue llevado al hospital, donde también ocultó lo que había pasado y cómo se había herido. Según la Fiscalía, ofreció hasta tres versiones de lo que había sucedido.

En el centro sanitario fue estabilizado y recibió el alta, sin recibir ningún tratamiento específico por el disparo puesto que no había informado de ello y tampoco se había apreciado la presencia de un orificio de entrada en la exploración que se le practicó. No obstante, ya en casa empeoró su estado de salud y volvió al hospital donde fue operado de urgencia. Finalmente, el hombre falleció el día 24.

La Fiscalía ha mantenido que la víctima no murió solo por la herida de arma de fuego, sino por no facilitar a los médicos desde el primer momento la causa exacta de las lesiones, y solicita para el acusado ocho años de cárcel por el intento de homicidio y 18 meses por la tenencia ilícita del revólver que, presuntamente, uso para efectuar los disparos.

El acusado había tratado de evitar un caso de violencia machista, según la defensa

Por su parte, la defensa ha pedido su libre absolución al considerar que no había quedado probado que el procesado hubiese efectuado los disparos y ha sostenido que no se había encontrado ningún arma en el registro de su domicilio.

También ha expuesto que había actuado en su legítima defensa, puesto que la víctima había invadido su propiedad, y que había tratado de evitar un caso de violencia machista, dado que temía por lo que le hubiera podido pasar a la mujer.

Uno de los sanitarios que atendió a la víctima ha dicho en el juicio que esta le ofreció hasta tres versiones distintas, entre ellas que había tenido un accidente y que se había clavado el volante.

A su vez, los médicos que la asistieron en el hospital han afirmado que le procuraron la atención sanitaria ajustada a la situación que había referido, sin apreciar el impacto de bala. En concreto, el cirujano que le operó en su segunda visita al centro hospitalario ha explicado que se halló un proyectil del calibre 22 alojado en su cavidad intestinal.

Mientras, los peritos forenses han revelado que el orificio del impacto de bala no era fácilmente identificable, salvo que la víctima hubiese relatado que había recibido disparos.

El juicio ha quedado visto para sentencia.