
El primer caso documentado de canibalismo ritual en el Levante Neolítico tuvo lugar en Pedreguer
Las excavaciones arqueológicas en la Cova del Randero en Pedreguer, han revelado el primer caso de canibalismo ritual documentado en el Levante Peninsular, correspondiente al Neolítico. Así lo ha anunciado el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez que ha destacado la importancia de este hallazgo para la investigación arqueológica del arco mediterráneo.
El equipo de arqueólogos del MARQ, junto a especialistas del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i); ha confirmado que estos restos (que datan de hace 6.400 años) pertenecen a una comunidad de pastores, agricultores y artesanos. Los restos humanos presentan claras señales de manipulación, incluyendo marcas de desarticulación, descarnación y mordeduras humanas; sugiriendo un acto de canibalismo ritual vinculado a prácticas funerarias.
El prehistoriador Jorge A. Soler, director del MUBAG y líder del equipo de investigación, ha explicado que el canibalismo era una práctica relativamente común en el Neolítico europeo. En el caso de la Cova del Randero, la falta de violencia en los restos humanos y el hecho de que los huesos corresponden mayoritariamente a infantes, apuntan a un ritual funerario: "Se trataría de un canibalismo simbólico, donde la ingesta de los restos podría estar relacionada con un rito familiar para honrar su memoria”.
Los hallazgos incluyen un fragmento de mandíbula de un niño de seis años y un cúbito de un bebé de 40 semanas de gestación que muestran evidencias claras de manipulación post-mortem. Estos restos fueron arrojados a una galería interna de la cueva junto con desechos domésticos y huesos de animales procesados, principalmente ovejas y cabras.
Además, Soler ha recordado que en 2017 ya se encontraron en la Cova de Santa Maira -en Castell de Castells-, también en la Marina Alta, restos humanos del Mesolítico con marcas similares, lo que subraya la importancia de la provincia de Alicante en la investigación paleoantropológica.
El descubrimiento es fruto de más de 14 campañas de excavaciones desarrolladas entre 2007 y 2021 en el marco del Plan de Excavaciones del MARQ y en colaboración con el Ayuntamiento de Pedreguer. Aunque los hallazgos se realizaron en 2018, la investigación sigue en curso, permitiendo profundizar en la historia de este importante asentamiento neolítico.
Las excavaciones arqueológicas en la Cova del Randero en Pedreguer, han revelado el primer caso de canibalismo ritual documentado en el Levante Peninsular, correspondiente al Neolítico. Así lo ha anunciado el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez que ha destacado la importancia de este hallazgo para la investigación arqueológica del arco mediterráneo.
El equipo de arqueólogos del MARQ, junto a especialistas del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i); ha confirmado que estos restos (que datan de hace 6.400 años) pertenecen a una comunidad de pastores, agricultores y artesanos. Los restos humanos presentan claras señales de manipulación, incluyendo marcas de desarticulación, descarnación y mordeduras humanas; sugiriendo un acto de canibalismo ritual vinculado a prácticas funerarias.
El prehistoriador Jorge A. Soler, director del MUBAG y líder del equipo de investigación, ha explicado que el canibalismo era una práctica relativamente común en el Neolítico europeo. En el caso de la Cova del Randero, la falta de violencia en los restos humanos y el hecho de que los huesos corresponden mayoritariamente a infantes, apuntan a un ritual funerario: "Se trataría de un canibalismo simbólico, donde la ingesta de los restos podría estar relacionada con un rito familiar para honrar su memoria”.
Los hallazgos incluyen un fragmento de mandíbula de un niño de seis años y un cúbito de un bebé de 40 semanas de gestación que muestran evidencias claras de manipulación post-mortem. Estos restos fueron arrojados a una galería interna de la cueva junto con desechos domésticos y huesos de animales procesados, principalmente ovejas y cabras.
Además, Soler ha recordado que en 2017 ya se encontraron en la Cova de Santa Maira -en Castell de Castells-, también en la Marina Alta, restos humanos del Mesolítico con marcas similares, lo que subraya la importancia de la provincia de Alicante en la investigación paleoantropológica.
El descubrimiento es fruto de más de 14 campañas de excavaciones desarrolladas entre 2007 y 2021 en el marco del Plan de Excavaciones del MARQ y en colaboración con el Ayuntamiento de Pedreguer. Aunque los hallazgos se realizaron en 2018, la investigación sigue en curso, permitiendo profundizar en la historia de este importante asentamiento neolítico.
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