Sobreviviendo a un choque en la circunvalación de Benissa: Sandra Hofner, entre el drama y la esperanza

Benissa ha sido testigo de un accidente que ha conmocionado a la comarca de la Marina Alta. Sandra Hofner, de 44 años y residente de Els Poblets, experimentó una situación que bien podría describirse como una segunda oportunidad en la vida. Esta mujer, estrechamente vinculada al mundo de la hípica, salió en la mañana de ayer con el propósito de trasladar a Chocolate, un equino que requería cuidados urgentes. Con una furgoneta especializada, Sandra, quien ha sido campeona de la Comunidad Valenciana en concursos completos y actualmente desempeña el rol de entrenadora de equitación en salto, no preveía lo que le esperaba en la carretera.

La tranquila travesía desde Calpe a las instalaciones veterinarias en San Vicente del Raspeig se vio abruptamente interrumpida en la circunvalación de Benissa. Un vehículo invadió su carril, impactando frontalmente con la furgoneta de Sandra. El desgarrador testimonio de la propia Sandra ilustra la gravedad del siniestro: “Intenté esquivarlo, pero se dirigía justo hacia donde yo iba y chocó contra mí con gran fuerza". La conmoción no terminaría ahí, ya que otro automóvil la impactaría por detrás.

Los momentos posteriores al choque son desgarradores: atrapada, con dificultad para respirar y la furgoneta deformada por los golpes, la valiente acción de un desconocido con un cuchillo posiblemente salvó la vida de Sandra. “Cuando recobré la conciencia, me encontré boca abajo en la carretera. El caballo se había soltado y yo quedé atrapada entre la parte trasera del caballo, que había invadido mi cabina, rompiendo una barra de hierro que se introdujo en mi asiento, empujándome hacia el volante”.  Su relato continuaba: “El cinturón de seguridad estaba completamente trabado y no podía mover mi cuerpo. Al despertar, tenía dificultades para respirar y la gente se alejaba de mi furgoneta, probablemente pensando que había muerto. Empecé a golpear la ventana y algunas personas intentaron ayudarme, pero todo estaba deformado y no conseguían abrir. Les indiqué que necesitaba un cuchillo para cortar el cinturón y alguien fue a buscar uno. Me gustaría encontrar a la persona que me proporcionó el cuchillo, pues no recuerdo su rostro, pero definitivamente me salvó la vida”, afirmó.

El accidente involucró a tres vehículos y, tristemente, dejó a dos personas en estado grave, incluyendo a la conductora del vehículo que ocasionó el incidente, quien fue trasladada al hospital de la Fe de Valencia con un helicóptero medicalizado.

Más allá del shock y el trauma físico, el dolor emocional también ha dejado huella en Sandra. Chocolate, el caballo que Sandra transportaba y que había sobrevivido al impacto, desafortunadamente no logró superar los problemas cólicos por los que estaba siendo trasladado y lamentablemente falleció en las instalaciones veterinarias.

Ante tragedias como esta, es vital reflexionar sobre la importancia de conducir con responsabilidad y prudencia. La vida, con su fragilidad y su valor, puede cambiar en un segundo. Valorar cada momento, conducir con precaución y respetar las normas de tráfico no son solo responsabilidades cívicas, sino también manifestaciones de respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.

En memoria de Chocolate y como recordatorio para todos, seamos guardianes activos de nuestra seguridad y la de los demás en la carretera.