Reflexión acerca del turismo cultural en Benissa

Nuestra querida “Catedral de la Marina Alta” es una de esas joyas que el pueblo tiene, y que tal vez, no se haya sabido aprovechar. Motivos o circunstancias los desconozco, pero debiera de ser por su estilo neogótico, una de las más visitadas de la comunidad valenciana. Del mismo modo ocurre con el Convento Franciscano, situado en la parte más alta de la población.

 Se intenta, a través de nuestro ayuntamiento,  que Benissa sea recorrida  por turistas de cualquier lugar de proveniencia,  para mostrarles la belleza cultural  y la historia de sus casas palaciegas u otras construcciones de interés general.

 Contar  la historia benissera, poder explicarle al visitante como era el pueblo a través de sus murallas defensivas que una vez existieron, debería de ser ya una labor diaria.

 Ver grupos de personas que bien por autobuses o por sus propios medios, llegan para  pasear todos los días por nuestro casco antiguo, debiera de ser ya lo habitual.

 Para ello se ha  recuperado la fachada de  la antigua iglesia fortaleza de San Pedro, se ha rehabilitado La Casa Museu dels Abargues  del siglo XVIII, está nuestro Museo de la Llotja del siglo XV, o  nuestro atractivo casco antiguo.

 La iglesia y el convento son dos tesoros  a los que hay que tratar aparte.

 En definitiva  se pretende,  que la cultura sea un referente de nuestro pueblo para que las gentes a través de ese reclamo, visiten, y sean parte importante de los ingresos de los comercios de la población.

 Todo esto dicho así suena muy bonito, pero la realidad es otra.

 La Lonja está cerrada a falta de una restauración, La Casa dels Abargues solo puede ser visitada a través de una visita guiada con un mínimo de 10 personas, llamando previamente  a la oficina de información turística de Benissa (Tourist Info 96 573 22 25), el convento tiene horario de visitas de la misma manera que la iglesia, que  en mi modesta opinión es mejorable.

 Adjunto los horarios de visita por su interes:

 Iglesia de la Purissíma Xiqueta:

 Horarios de visita

•  Abril a septiembre: De 10:30 h. a 13:30 h. y  de 18:30 h. a 21:00 h.
• Octubre a mayo: De 11:00 h. a  13:00 h. y de 18:00 h. a 20:00 h.

 Teléfono de contacto: 96 573 01 69

 Convento Franciscano:

 Horarios de visita

•  Todo el año de 10:00 h. a 12:30 h. y de 16:00 h a 20:30

 Teléfono de contacto: 96 573 01 71

 No digo que estas dos iconos arquitectónicos, no sea visitados de forma habitual, pero desde luego,  si que se podría mejorar mucho en este aspecto, tampoco, voy a comparar nuestra Iglesia con el Duomo de Milán, pero que queréis que os diga, algo así es lo que me gustaría poder ver.

 Así que poco se puede observar más, tan solo disfrutar de un pequeño paseo por el casco antiguo, y con eso se acabó la visita a Benissa.

 ¿Repetirías la visita si fueras un turista?

 La respuesta es no, y si nuestro ayuntamiento no se pone las pilas, no podremos reactivar nuestra maltrecha economía.

 ¿Cuantas veces habéis subido al Castillo de Guadalest, o a las Fonts del Algar?

  Repetir la visita es aumentar los ingresos, y por ende el número de visitantes,  y eso en Benissa no es lo habitual, pues aparte del paseo propiamente dicho, poco más de atractivo uno puede encontrar para querer retornar a pasar una jornada familiar en nuestro pueblo.

 ¿Cómo se lograría atraer a más gente o que al menos los que vienen repitieran?

 Yo no tengo la formula, pero podría aconsejarles que crearan un modo (mediante estímulos fiscales, subvenciones, etc.), para que nuevos negocios se abrieran: restaurantes, tiendas, pubs, etc.

 Del mismo modo crear rutas diarias de visitas a nuestra iglesia o el convento, y como en el Micalet de Valencia,  poner a alguna persona de forma fija, para permitir la subida al campanario, y ofrecer trípticos de información de la iglesia, o  guiarles para descubrir   su belleza y su historia.

 Pero, nada de esto que digo sirve, si no hay gente que impulse esto de manera efectiva.

 Yo por mi parte dejo mi reflexión que se que no servirá de mucho, porque una gota de agua en el mar, no se nota, pero ¡que a gusto me he quedado!